FOTOGRAFÍA A POLÍTICOS DE ESPAÑA
Jeosm tiene la manía de mirarte disparando. Inquieto, rápido, es un escurridizo paisano al que no le gusta perder tiempo porque sabe que es la viruta de los hombres y mujeres libres y de talento. Puede que el recurso puro de la memoria sea una foto en blanco y negro, un espejo de algo vivo que se imprime para dar testimonio de todo aquello que fuimos una vez, de todo lo que hemos cambiado, o de lo lejos que estamos de cuando sonó el último clic. Es un artista de lo visual, al amparo de una pose que él dirige para hacerte creer que mira fuera, lo que en realidad, saca de dentro.
Francotirador de la expresión, un soldado armado de objetivos que se clavan en la mirada de quienes retrata, dejando que el tiempo se pare en ese preciso momento en que su dedo dispara, cambiándote de forma porque también nosotros cambiamos de fondo. Decía Ansel Adams, «no haces fotografía sólo con la cámara. La haces con todas las imágenes que has visto, con todos los libros que has leído, con toda la música que has escuchado, y con toda la gente a la que has amado» y quizá, por eso, las fotos de Jeosm son al final el retrato de sí mismo, porque todos le miramos a él cuando nos plantamos delante para que el tiempo se pare un rato largo sacando lo que somos. Es un bandido que sabe rellenar los puntos muertos de la ciudad con el arte del grafiti, urbanista de aquello que el resto rechaza, rastreador del punto ciego que no deja descansar esos ojos que pintan sobre cada instante.
Este libro es un compendio de rostros que han perdido un cacho de su alma, como se decía antaño, pero también es un hito de la fotografía, porque bajo esa lupa están gigantes y pequeños compartiendo entre sus páginas buena parte de su ego, la mejor cara que pretenden o el instante que, sin darnos cuenta, él ha podido retratar para hacernos a todos inmortales. Como dijo Robert Cappa, «Si tus fotografía no son lo suficientemente buenas es porque no estás lo suficientemente cerca» y por eso Jeosm siempre las hace en primer plano, simplemente, porque sabe que de esa forma llegarán mucho más lejos. El flaco, el noble de barrio que unas veces es tan rápido que ya se ha marchado, un talento que detiene el tiempo haciendo siempre que sus personajes se sigan moviendo, porque cada foto de Jeosm es un retrato vivo que no cabe en el tiempo.
Alfonso Javier Ussía